domingo, 12 de agosto de 2007

LETRAS FLAMENCAS DEL VERDEO

JOSÉ FRANCISCO LÓPEZ


POR SOLEÁ

Amanecer en el campo,
se retuercen los olivos,
desperezando sus ramas
escarchadas de racimos.

Racimos de sentimientos,
racimos de manzanillas,
espejo de plata verde
del cutis de tus mejillas.

Amanecer en el campo,
se retuercen los olivos
desperezando sus ramas
escarchadas de racimos.


TIENTOS DEL NIÑO ACEITUNERO

Los niños aceituneros
tienen las manos de plata,
reflejos de luna nueva
y escarcha de la mañana.

Tiene la gorrilla puesta
y unas viejas alpargatas,
le van temblando los huesos
del fresco rumor del alba.

Va cogiendo aceitunitas
del suelo con cierta gracia
mientras crujen las varetas
y se pierden las miradas.

Y cuando llega la tarde
trae dolorida la espalda,
es un niño aceitunero
sin juventud en el alma.


POR SOLEÁ

Crepúsculo entre olivares,
ya va saliendo la luna,
blanca de cal y de nácar,
verde color de aceituna.

La escarcha moja la tierra,
salpicada de rocío,
están regados los campos
de sudores y quejíos.

Están regados los campos
con sangre de mis abuelos,
con el sudor de mis padres
y el alma del jornalero.