Por Rafael Guisado y José Francisco López
Estuvimos con Antonio Fernández Díaz, Fosforito,
la noche en que se le entregaba el galardón “Verde que te quiero verde”, en el
marco de la XV edición del Festival “Al Gurugú” memorial Niña de los Peines. En
un camerino del Teatro Municipal de Arahal fue desgranando palabras, frases,
vivencias, sentimientos, anécdotas… Le brillaban los ojos, tenían una mirada
profunda, humilde, un iris de infinita sabiduría flamenca…
Foto con el maestro
Fosforito en una edición anterior de "Al Gurugú"
Empezamos hablando de una de sus facetas menos
conocidas, la de escritor, la de letrista…
Yo
pertenezco a autores desde el año cincuenta y algo, hace mucho tiempo que no
escribo, pero a mí me ha cantado mucha gente: Pepe Pinto, Juan Valderrama,
Chiquetete, Carmen Linares, Camarón, mucha gente, aunque normalmente yo escribo
para mí.
Es lo que suelen hacer los escritores, escriben
para uno mismo, y después…
Normalmente
yo escribo para mí, cuando he tenido la
necesidad de una grabación…, yo grabé con Paco de Lucía una antología de 48
cantes, pues hubo algún poeta como Antonio Murciano que me dice mira aquí
tienes, y hay otros poetas que te mandan cosas pero no son fáciles de cantar
porque hay mucha gente que escribe bien pero con la métrica exacta que tú
dominas en un cante por soleá con las sílabas perfectas, con las vocales que son las que se acentúan
normalmente en los cantes… bueno lo mío es cantar, lo otro es una cosa… pero yo
nunca he presumido de esas cosas, yo soy un cantaor que además escribo cosas.
Félix Grande me echa piropos, en su último libro publica algunas letras
mías; Luis Rosales, el poeta, también publica letras mías. Ya desde el primer
libro que escribió Félix Grande de “Historia del Flamenco” publica letras mías…
Y en cuanto al cante, ¿cómo lo vemos ahora?
Sabes yo ya no canto hace 10 años…
pero las conferencias ilustradas últimas eran
maravillosas, hace unos 10 años que estuvo por aquí con una de ellas…
Sí, me
presentó Manuel Bohórquez, no me acuerdo ni el guitarrista que era, puede ser Antonio
Soto, puede hacer ocho o nueve años.
Y además cantó usted bastante bien aquella noche,
y esas conferencias ilustradas gustaban muchísimo…
Si han
pasado 10 años yo ya tenía 74. Ahora todavía me siguen ofreciendo cosas pero yo
tengo el suficiente sentido común para no aceptarlas. Me ofrecen el Teatro de
Nimes en Francia, pero yo no tengo la voz…, porque la voz de cantar cuando se
deja de cantar después de 70 años de artisteo, pues estos músculos cuando no se
ejercitan se atrofian, pierden calidad. Yo conozco la técnica de la foniatría por
las veces que he ido a reciclarme y me pongo al día pero es un sacrificio que
no vale la pena. Yo no tengo fuerzas para estar en el escenario una hora
cantando, que es lo menos que puedes hacer en una actuación, es lo menos que exigen
de ti. Pues no. Sin embargo anoche estuve en Córdoba dónde representaron una
obra sobre mí, con un cantaor de mi pueblo, David Pino. Resuelta que el
Ayuntamiento de Córdoba le pidió a las peñas que colaborarán con la noche
blanca del flamenco y una peña le dio cobijo a un cantaor de mi pueblo, David
Pino, que ha preparado un espectáculo de más de una hora de Fosforito, una
biografía, pero de una manera muy bonita; había un actor que hacía de Fosforito,
que contaba cosas que yo las he contado en otro momento en revistas en
entrevistas que me habían hecho; había un cantaor joven que hacía de Fosforito
de los años 60, 70 y luego han puesto a una bailaora a la que yo le cante mucho
que es Manuela Vargas con la que actué en Nueva York, hice muchos países con
ella, le cantaba la petenera, le cantaba cosas; y luego había un cante que
sonaba, este actor que hacía de cantaor como si fuera yo…; estuvo muy bonito,
me sorprendió, estuvo muy bien, en estas cosas pues hay que estar.
¿Cómo lleva usted ser la llave de oro del cante?
La llave de
oro es una cosa que no depende de ti, a esto no se oposita, no hay oposiciones
para la llave de oro sino que alguien por encima de ti te señala. Tú sabes cómo
se dieron las demás llaves, hubo una fiesta no sé cuándo en Málaga y alguien
dijo: tú eres el mejor del mundo y le dieron la llave de la plaza de toros al
Nitri. A los muchos años se organiza, en desagravio porque a Escacena le habían
dado en el Teatro Pavón de Madrid el premio no sé qué de Pavón, y se la dan a
Vallejo a pesar de que en el escenario de esa foto única está La Niña de los
Peines, está Manuel Torre, está la crema de la crema, está esa gente que da
nombre a esta época dorada del cante, vale. Mairena… tú sabes que se hizo una
gala a medida de Mairena, no fue un concurso ni mucho menos, eso era la
apariencia, pero ahí todo el mundo había cobrado por la mañana y Mairena
también las 100.000 pesetas de aquel tiempo, que no era mal dinero. Lo de Camarón
póstumo… yo ahí no tengo ni comentario, a título póstumo también se lo podían
haber dado a La Niña de los Peines o a Enrique El Mellizo o a quién sabe Dios…
y esta vez para que no ocurrieran este tipo de cosas…, porque ya se venía mucho
tiempo diciendo en los congresos y yo siempre me negué, primero por el cariño
que yo le tenía a Antonio, la admiración, el afecto, me parecía como un agravio
y nunca acepté. Pero entonces siendo presidente de la Diputación de Málaga
Salvador Pendón, el hombre promovió de una manera… implicando universidades,
conservatorios, peñas, entonces lo que se llama por consenso y me la ofrecen y
yo qué voy a decir… eso lo que significa es el símbolo, la llave no abre ningún
Mercedes, la llave no abre ningún apartamento en la playa, es un símbolo lo que
representa, el reconocimiento, pero que tiene un valor como tienen tantas
cosas, porque yo tengo la medalla de oro de las Bellas Artes, a mí me nombraron
profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, yo tengo premios que tienen un
valor, pero esto no se valora así, lo de esta noche o un emblema de la Peña
tiene el mismo valor porque ahí está el afecto, está el reconocimiento, porque
no es otra cosa. A mí me dan la llave con setenta y pico de años, dónde si la
llave hubiera sido una pensión vitalicia todavía tendría sentido, no es mi caso,
pero podría haberse dado el caso y que le den la llave a un tío que se muriera de
hambre, por ejemplo, porque un cantaor con 74 años poco va a cantar por decirte
algo, pero bueno es lo que es, entonces el agradecimiento naturalmente a la
gente pero ese agradecimiento, ese afecto también lo siento yo por la gente
aunque lo que te den sea tan humilde, que nunca es humilde, porque en ello va el
corazón.
Yo creo que con su manera de cantar siempre ha
habido mucho consenso en líneas generales. Entre los aficionados siempre he
visto mucho consenso porque siempre
ha hecho los cantes suyos, los ha hecho de una manera muy personal, hay que
tener, como decía Valderrama, sello aunque sea de correos…
Yo tengo la petenera de oro de
Paterna de Rivera de los años cincuenta y tantos, la Saeta de oro de la
Hermandad de San Bernardo de Sevilla, yo que sé, no tengo memoria porque los
aficionados han estado ahí, a mí me dieron la Antorcha de Oro en Mairena en los
años 70, pero antes me habían dado no sé qué del Ayuntamiento en Mairena, quiero decirte que yo no puedo quejarme, la
manera mía de ser, lo que yo he ofrecido ha sido del agrado de mucha gente y
ese reconocimiento lo tengo que agradecer. Te cuento una anécdota, como tú
sabes yo soy de Puente Genil, pero vivo en Málaga, mi mujer es de Málaga, mis
niños, mis nietos son de Málaga, vale. Pues me llama un director de la radio
popular de la Cadena COPE, y me dice mira qué tienes que venir que te han
concedido un premio por votación popular, es un premio que se llama “más”, al más
creativo, al más no sé qué, al más de
moda, historias de esas. Bueno pues a mí me dieron el premio al “más malagueño”,
pero vamos a ver, el hombre dijo: “bien, él vive en Málaga pero es de Puente
Genil, lo sabemos todos”. Esto pasó el año pasado y, además, en los apartados
que había, en mi apartado estaba una cofradía, una que llaman el chiquito del
Perchel y una poetisa de mi edad o mayor que se llama María Victoria Atencia,
con una fama universal, bueno, pues me han votado, se acabó, pues eso es
conmovedor, que se acuerden, es porque has ido sembrando alegría a la gente.
Y aquellos principios,
porque usted empezó siendo chavalito, serían unos años muy duros…
Yo viví la
guerra, en el año 39 ya estaba yo cantando, en el año cuarenta, cuando las
perras gordas de cobre, bueno yo es que nací en el 32 y la guerra terminó en el
39, cuando terminó yo tenía siete años, todas las fatigas y el miedo y todos
los horrores que puedan pasar los viví yo…
Y dentro de ese periplo y de la cantidad de artistas que usted ha conocido, ¿de
quién ha aprendido más?
De todo el
mundo. Mira cuando yo empezaba, cuando la feria de ganado, porque la feria de
ganado era un sitio donde tú sabes que el trato se terminaba y se dan la mano y
después las copas y allí estaba yo. Estaba yo y estaba Carlos el del Saucejo y
estaba Salvador Vera y no sé cuántos de mi edad más o menos, entonces… en la
vida yo he conocido a Tomás Pavón, yo he conocido a Vallejo, he compartido
camerino con Pastora, porque Valderrama compartía con Dolores, Pepe Pinto
conmigo y Pastora. Que Pastora además era de aquí ¿lo sabéis? Pues Pepe
Pinto que tenía adoración con ella aunque la tournée durará seis meses o un año
alquilaba un taxi, el tío iba en un taxi de Sevilla por las tournées. Bueno, quiero
decirte que he conocido a muchísima gente y de todos he aprendido, lo que pasa
es que yo a los cantaores los respeto, pero como cante a mí lo que me interesa
es lo que dan a entender, no ellos, los cantaores no, porque me interesaba lo
que cantaban, las formas no, las formas las pongo yo, por eso yo soy yo, Pastora
es Pastora… yo no quiero imitar a Pastora, yo no quiero imitar a Juan Varea ni
a Aurelio, me importa cómo hace la Alegría, me interesa el fondo de ese
cante, la forma la pongo yo.
Para ir finalizando y cambiando de tema, siendo
pequeño vi una foto en una revista donde se ve su casamiento y donde esta de
padrino Edgar Neville, director de cine y Rocío Durcal. ¿Fue verdaderamente su
padrino Edgar Neville?
La boda fue
en el año 64, pero como yo estaba en Madrid desde el 57… Él era un
dramaturgo, director de cine, era un fenómeno y ella era discípula mía porque
tanto a ella como a Marisol yo les daba clase. Entonces, cuando decidimos
casarnos, se lo dijimos a Rocío y ella encantada. Rocío era un año mayor que mi
mujer, Rocío tenía 19 años y mi mujer tenía 18 cuando nos casamos. Y Edgar
Neville era un aficionado de oro puro,
el hizo la “Historia del Flamenco” donde está
Pilar López, está Antonio el bailarín, Mairena que suena pero no se ve, bueno pues como éramos amigos y él iba a
verme casi todos los días… Apareció la novia con un Rolls Royce que tenía el
tío que vivía en Marbella. La novia se bajó en Santo Domingo del barrio del
Perchel Popular, la gente, los gitanos, la que se formó en la iglesia…se rompían
los bancos porque era un barrio popular y el personal iba a ver Rocío por sus
películas…
Para finalizar, ¿qué opinión tiene
de lo que ha significado ese nuevo flamenco y esa innovación que ha querido
hacer Morente?
Cada uno es
libre, yo no tengo nada ni con los modernos ni con los puristas. Un purista es
un aficionado que le gusta la tradición, entonces cuando alguien está dentro y
conoce los cantes y de pronto hace una cosa nueva bien hecha y si prende… pero
verás tú, yo respeto a todo el mundo, lo que pasa es que siempre que no pierda
el gustito, que no pierda el sabor de la tradición, si no pierde el gustito y
está bien hecho… Pero si me dan a elegir, yo respeto a todo el mundo pero yo
prefiero a Antonio Mairena, prefiero a Caracol…